sábado, 27 de noviembre de 2010

EL MAESTRO DE LA UNIÓN. Como arriba es abajo, como adentro es afuera

Cuando trabajo el Maestro de la Unión normalmente me fijo en sincronizar mis movimientos con los de mis compañeros de tal manera que mi energía (ki) se comporte en armonía con la energía de mis compañeros.
Es difícil compenetrarse con la energía del compañero de tal manera que se sienta en la propia carne que los impulsos de los dos se complementan de tal forma que se nota que pertenecen a un mismo impulso ya predeterminado por el propio movimiento a realizar en cuestión.
Como todo, con la práctica viene el perfeccionamiento tanto en la técnica como en la capacidad de percepción de nuestros sentidos para poder acoplar los movimientos de dos compañeros en uno solo.

Pero últimamente me he dado cuenta de que hay un aspecto del Maestro de la Unión que había descuidado.
Se trata de que la unión, sincronicidad o armonía con mi compañero no puede ser llevada a cabo mientras no haya una unión interna (integridad) dentro de mi mismo.
Es decir que mientras no haya una total integridad entre mis intenciones y mis hechos no podré garantizar que pueda sincronizarme (unirme) con el movimiento de ningún compañero.
Esto lo he podido comprobar en el tatami cuando estoy haciendo el ejercicio de meditación en posición de seiza donde mi mente se distrae con los problemas de la vida cotidiana no siendo capaz de mantenerme atento a mi respiración (Maestro del Aliento).
No tengo intención de entrar en ninguna clase de culpabilidad.
Pero no por ello puedo pasar por alto la trascendencia que este hecho supone en la correcta ejecución de cualquier ejercicio dentro de la practica del Zen Budo.
Porque yo me pregunto:
Si no soy capaz de mantenerme atento a lo que quiero mantenerme atento, dentro de mi mismo, en lo que solo depende de mí, ¿cómo voy a ser capaz de mantener mi atención en una situación en la que además interviene la intención de una segunda persona?
Dicho de otra manera:
¿Cómo voy a armonizarme con todo el Universo si ya dentro de mi mismo no soy capaz de armonizar mis propios hechos con mis propias intenciones?

Por eso he subtitulado arriba con las famosas frases de “como arriba es abajo y como adentro es afuera” porque una vez más se puede demostrar en la práctica, como corresponde a la propia filosofía del Zen Budo, que el trabajo con los Maestros no puede ser descuidado ni privilegiado en ninguno de sus aspectos, interno o externo, para un correcto equilibrio en todos los sentidos.

Un saludo a todos.

Jesús martiZén

martes, 3 de agosto de 2010

COMO RELAJARSE EN MOVIMIENTO

Estando entrenando haciendo un ejercicio con los 4 primeros maestros, es decir haciendo que los músculos sean como fluidos, que los huesos se coloquen uno sobre otro, que el aliento entre y salga del Hara, y buscando una armonía entre todos ellos con el maestro de la unión, es muy normal que en el aprendizaje al no realizarlo correctamente los músculos se sobrecarguen, yo he podido experimentar que llegado el momento en el que aprecio tensión en los músculos he podido relajarlos sin parar el movimiento, aplicando la regla de oro que vale para cualquier ejercicio, es que "No tiene que haber esfuerzo", si hay esfuerzo es que esta actuando la mente, con esto consigo que mis músculos se relajen, es el mismo principio básico que la Relajación Cinética, buscar la relajación a través de tus tensiones.

Leo

sábado, 3 de julio de 2010

LA IMPORTANCIA DE LA ACTITUD EN LA RELAJACION

Desde mis comienzos en el Zen Budo empecé ha aprender a relajar mi Mente y mi Cuerpo, tema que considero importantísimo, através de la respiración y la meditación Zen (respirando desde el Hara, calmando y vaciando la mente de pensamientos).

Con el tiempo y la práctica he podido comprobar que contra mas relajado estoy, menos me fatigo, mejor salen los ejercicios y menos me lesiono, sobretodo se siente cuando haces las volteretas el ocho y la ola.

Antes de hacer la voltereta con un compañero, tenía que colocar una gran atención para parar a mi mente y relajar mi cuerpo, esto es muy engañoso, pués esta gran atención que tenia que colocar para estar Presente, es muy facilmente manipulable por la Mente que siempre quiere controlar, y por ahí no hay camino, pués hay que buscar la naturalidad de los movimientos, es como con el Ki la energía vital, esta ahí solo hay que relajarse y buscar fluir con ella.

La nueva aportación que experimente en mí fue "La Actitud", si uno se coloca en una Actitud de relajarse como si estuvieramos tumbados y nos fueran a dar un masaje, hay un momento en el que uno se Relaja y se Entrega, siente que esta en Confianza consigo mismo y con el otro, esa es la "Actitud", si a ella le añadimos un pensamiento agradable nos potencia la Actitud, es dificil explicar una sensación os animo a practicarlo.

Ya por último decir que en los últimos entrenos se ha trabajado con los 4 primeros maestros, desde una perspectiva de Descontracción total de los musculos, pasando de un maestro a otro usando el mas minimo de energia. La medida para observarnos es que si hay alguna tensión es
que esta actuando la mente, si no hay tensión esta actuando la Consciencia.

Animo y ha experimentaros, hay que tener cuidado como nos avisa nuestro Maestro de no caer en rutinas ó automatismos, descontraer y estar en lo que estas haciendo (Consciencia ó Presencia en el Presente).

LEO

martes, 25 de mayo de 2010

Continuação do treino

Quando escrevi o artigo anterior, sobre minha experiência com os Mestres de Zen Budo, eu já vinha há alguns dias mantendo um treino diário, além do treino regular em grupo.

E tenho continuado assim. Meus treinos diários não tem horário fixo, e a vontade de treinar surge espontaneamente.

Também tenho feito movimentos de descontração e relaxamento, para evitar o acúmulo de tensão quando fico trabalhando por muito tempo na mesma posição (sentado).

Mas o mais importante tem sido o fato de eu estar mais consciente dos Princípios / Mestres durante os treinos, de estar conseguindo relaxar mais, de colocar o peso sobre os ossos e ter mais tranqüilidade mental. Aos poucos a tensão mental vai diminuindo e conseqüentemente a espontaneidade vai surgindo.

Abraço,

Gentil

jueves, 20 de mayo de 2010

LA CONSTANCIA

Sin duda una de las actitudes más necesarias para tener éxito en la vida, en cualquier actividad, es la constancia.
En mis más de dos años de Zen Budo he explotado esta cualidad para garantizar mi superación personal.
También he pasado por momentos difíciles en los que entrenar, para mi, ha sido un suplicio.
Pero incluso en esos momentos he intentado estar atento a ver cuales eran los impedimentos que yo mismo me ponía para no tener la motivación necesaria para realizar el entreno con la actitud adecuada de entrega al ejercicio y concentración en los Maestros internos.
No siempre se encuentran respuestas en esos momentos pero solo el hecho de, al menos, tener una clara aceptación de la situación (Sin culpabilidades ni juicios), tal y como se produce, es en si mismo un trabajo que incluso podemos asociar al Maestro de la Limitación y que hará que vallamos reforzando nuestra propia voluntad.
De la misma manera que cuando uno está lesionado físicamente no debe dejar de entrenar, haciendo todo aquello que pueda y teniendo mucho cuidado con aquellos movimientos que tiene limitados, así mismo cuando uno no tiene la mejor predisposición al entreno, por no tener la motivación suficiente, debe intentar mantenerse en una actitud de disciplina que con el tiempo recibirá sus frutos en forma de un mayor conocimiento de si mismo con respecto a las resistencias que nuestra mente nos pone en forma de excusas que en la mayor parte de los casos no tiene una justificación clara que supere un análisis lógico.
En el Zen Budo se aprende de todas las situaciones pero de las que más se aprende es de las situaciones difíciles.
Si un Samurai no se enfrenta en ningún combate no podrá alcanzar su Maestría.
De la misma manera que el miedo se supera pasando a través de él, así un samurai se supera a si mismo atravesando todas las situaciones difíciles que se le presentan hasta llegar a descubrir que el único enemigo que existe está dentro de uno mismo.

Saludos
Jesús martiZén

viernes, 14 de mayo de 2010

Minha experiência com os Mestres do Zen Budo

Há uma recomendação do conceptor do Zen Budo de que precisamos fazer um treinamento de pelo menos três meses com cada Mestre ou Princípio, para podermos ter tempo de internalizar a idéia de cada um e poder aprender a sentir a presença de cada Princípio na prática.

Além disso, a cada três meses de treino, ao passar de um Mestre ao seguinte, isso não significa que abandonamos o Princípio anterior. Muito pelo contrário, passamos a trabalhar com todos os Mestres em sincronia.

Assim, relato o que me ocorreu: como tudo é relativo, e cada um tem seu tempo de evolução no Zen Budo, eu precisei na verdade de quase dois anos trabalhando dentro dos princípios mestres do Zen Budo para chegar a uma consciência mais nítida de alguns Mestres.

Necessariamente, comecei pelo Mestre da Limitação, que é o primeiro, ao me dar conta que toda reação de boicote a mim mesmo, ou de raiva, ou de ódio, ou contrariedade, falta de vontade, desatenção, tudo poderia ser resumido por uma única palavra: rebeldia. E a rebeldia é a tônica do Princípio Mestre da Limitação.

Ou seja, ao ter consciência de toda essa rebeldia interna, também me dei conta que eu precisava me deixar guiar por ela para poder vê-la em tudo que ela tem a me mostrar de mim mesmo, e isso só foi possível porque me deixei guiar pelo Princípio Mestre da Limitação.

Ao aceitar ser guiado por este Princípio, eu me descontraí, pois ele mesmo foi me mostrando o que preciso fazer para aumentar a descontração.

Depois de chegar nessa consciência, no treino seguinte alcancei a consciência do segundo Princípio Mestre, o da Gravidade, pois ao estar mais relaxado mentalmente, consegui estar mais encarnado no meu corpo, saindo mais da mente, que relaxou sua tensão.

Deste modo, consegui sentir o movimento do meu esqueleto, deixando todo o peso do corpo ser carregado por ele, e não pela tensão muscular.

E foi aí que percebi, isto é, constatei em mim mesmo, que é a tensão mental que cria a tensão muscular, forçando os músculos a fazer um trabalho que não é o deles, que é o de suportar todo o peso do corpo.

Com isso, já estou conseguindo também trabalhar com o terceiro Princípio Mestre, o da Força, que é a Força da Respiração. Ou seja, aumentando o relaxamento, aumentou a encarnação e a liberação da respiração, que adquiriu um ritmo mais natural.

É claro que tenho consciência que este é apenas um começo, e que isso só foi possível por eu estar treinando regularmente há quase dois anos. E que preciso continuar treinando da mesma forma, ou mais até, para poder evoluir nesse aprendizado de me deixar guiar pelos Princípios Mestres do Zen Budo.

Abraço a todos,

Gentil

jueves, 13 de mayo de 2010

LA COMPETIVIDAD EN EL ZEN BUDO

Es muy común para ciertos caracteres de personas el tener una cierta competividad con los compañeros de entreno.
Quizá en otras actividades diferentes al Zen Budo, como en los deportes clásicos, tenga un sentido de superación el hecho de fomentar la competividad entre los compañeros de un mismo equipo.
Es decir una especie de “selección natural”
Pero en el Zen Budo esto no tiene sentido ninguno.
Yo mismo en mi práctica me he dado cuenta que a veces miro a los compañeros para ver como hacen sus ejercicios y automáticamente veo el sin sentido que ello supone porque en el Zen Budo no hay parámetros objetivos de ninguna clase con respecto a las medidas, el ritmo, o la intensidad en la ejecución de cada ejercicio ya que el único parámetro está en ti mismo con respecto a tu propia capacidad de interiorizar y conectar con los Maestros.
En la base de la comprensión del Zen Budo está el hecho de considerar a cada ser como único en todo el Universo lo cual quita sentido a cualquier comparación con cualquier otro ser.
Es como comparar peras con manzanas.
Ni siquiera tiene sentido intentar por propia voluntad forzar cualquier avance que se considere pues esto supondría una competición contigo mismo entre lo que tu puedes hacer y lo que tu crees que deberías poder hacer.
Hay que cambiar el concepto de “querer hacer las cosas” por “dejar que las cosas se hagan”
Por eso el Zen Budo es "El arte de la Meditación Física"

Buena meditación y buena práctica.

Jesús martiZén

viernes, 7 de mayo de 2010

EL DESCUBRIMIENTO DE LA DUALIDAD DE LA MENTE (2) LA VIA DEL SAMURAI

A la práctica del Zen Budo le llamamos La Vía del Samurai.

Los antiguos Samurais se entregaban al combate en la convicción de que ya estaban muertos.

Desde esa actitud interna no se ponían nerviosos ni se descentraban puesto que no tenían nada que perder.

Para salvar la vida tenían que entregarla primero en un gesto de completo desapego a ella.

Pero que nadie se asuste y ni siquiera se inquiete lo más mínimo si es que había pasado por su cabeza la idea de practicar Zen Budo, que como he dicho antes es La Vía del Samurai, puesto que los tiempos han cambiado y, por suerte para nosotros, ya no es necesario pasar por esa prueba para aprender que para renovarse dentro de uno mismo tenemos que dejar las antiguas ideas y aceptar otras nuevas que ocupen su lugar.

Este proceso interno de morir para las viejas ideas para renacer a las nuevas es, a similitud de los antiguos Samurais, lo que representaría en la actualidad La Vía del Samurai moderno.

Y la nueva idea a adoptar en el Zen Budo es que tenemos una Conciencia que nos sirve de guía y que está más allá de la identificación que hacemos con nuestra propia mente la cual es, por naturaleza, el origen de cualquier conflicto dentro de nosotros mismos ya que esta, la mente, está constituida por polos opuestos en eterno enfrentamiento a lo cual llamamos “dualidad”.

La dualidad en si misma no tiene nada de malo. Lo malo es creer que uno forma parte de alguno de los polos creyendo así que está enfrentado al otro polo dentro de si mismo y, además, olvidándose de que los dos polos de la dualidad son complementarios entre sí y, lo más importante, que te pertenecen y que no les perteneces tu a ellos.

Ir tomando Conciencia de este hecho, constatándolo en nuestras meditaciones irá, haciendo sus propias transformaciones a todos los niveles.

Ideas nuevas constatadas, evidenciadas y experimentadas en el tatami son la base de la práctica en el Zen Budo, la Vía del Samurai.

Saludos.
Jesús martiZén

miércoles, 5 de mayo de 2010

EL DESCUBRIMIENTO DE LA DUALIDAD DE LA MENTE

Una evidencia (del latín, video, ver) es un conocimiento que se nos aparece intuitivamente de tal manera que podemos afirmar la validez de su contenido, como verdadero, con certeza, sin sombra de duda.
(Esta es la definición de la palabra evidencia según la Wikipedia)

Pero si además de ser un conocimiento intuitivo le añadimos la constatación que supone el vivirlo en propia persona, es decir tener la propia experiencia, no queda ninguna duda de que el conocimiento que se adquiere en la práctica del Zen Budo pasa todas las pruebas de objetividad y subjetividad al mismo tiempo.

Pero es curioso que a pesar de haber constatado, muchas veces, cambios en nuestro estado físico (Mas flexibilidad, elasticidad, salud general, etc…) y síquico (Mayor tranquilidad básica, menor nerviosísmo, etc…) , todavía nos resistimos a creer en nosotros mismos en cuanto que nuestra mente se obstina en no aceptar los cambios que se han producido, debidos a nuestro trabajo en el tatami, y intentando buscar explicaciones que están fuera de toda lógica y que hacen que perdamos la motivación y la constancia lo cual, a su vez nos lleva al fracaso en nuestras aspiraciones de tal manera que le seguimos el juego a nuestra propia obstinación mental haciéndonos cómplices de ella y frustrando, en consecuencia, nuestro objetivo principal cuando nos propusimos empezar la práctica del Zen Budo.

El conocimiento de esta trampa que nos hace nuestra propia mente en forma de circulo vicioso negativo dentro de nosotros mismos también forma parte del aprendizaje en el Zen Budo pues más tarde o más temprano veremos este proceso en nosotros mismos.

Esto nos enseñará la verdadera naturaleza dual de la mente de polos enfrentados con la cual no tenemos que luchar ni intentar cambiar sino simplemente constatarla desde un punto que hay en nosotros al que llamamos “punto zero” el cual tiene la propiedad de mantenerse neutro y está directamente asociado al Maestro del Vacío.

Hay que tener paciencia para ir acostumbrándose a esta nueva percepción y la experiencia, como siempre, nos irá llevando a la evidencia de la misma forma que hasta ahora hemos ido evolucionando.

Buena práctica.

Jesús martiZén

viernes, 30 de abril de 2010

EL SUBIDÓN DE "KI"

Es muy común en la practica del Zen Budo, y en la de las artes marciales en general, que en un momento dado del entrenamiento te viene lo que se suele denominar “un subidón de ki”.

No es que ese hecho tenga algo de malo en si mismo, pero si hay que tener en cuenta algunos detalles para no perderse en uno mismo llevado por los efectos de este fenómeno, por otro lado completamente natural.

Hay que saber que una acumulación de ki (energía interna) produce en nuestro cuerpo, a todos los niveles, una sensación de un gran bienestar general que es interpretado por nuestra mente como un acopio de poder sin límites.

Esta sensación nos pone en peligro de no respetar al Maestro de la Limitación, corriendo el riesgo de lesionarnos.

Y otro riesgo que corremos es el de no tratar adecuadamente a nuestro compañero en los ejercicios por parejas que comportan una sincronización (unión) entre nuestro ki y el del compañero.

Hay que tomar conciencia de cuando estamos en un “subidón de ki” para concentrarse en reconducir nuestra energía y poner más atención en la máxima de que “solo hay un Ki en el Universo” y así poder escuchar el principio del Maestro de la Unión que dice: “Siente y únete”.

La lección que podemos sacar de esta experiencia en el tatami para aplicarla a las situaciones comunes de nuestra vida cotidiana es comparar nuestros estados de euforia con los de tranquilidad y ver que ninguna decisión que se tome desde un estado de euforia (subidón de ki) puede llegar a tener ninguna clase de éxito en su consecución.

Y esto es debido a que los estados de euforia (subidón de ki) te dan una falsa sensación de “todo lo puedo” que no tiene en cuenta a los demás en ningún sentido.

Como dijo no sé que sabio;

“El verdadero Poder está en saber utilizar la energía para defender causas que tienen que ver con el bien común”

Un saludo.

Jesús martiZén

miércoles, 28 de abril de 2010

LA ATENCIÓN Y EL CONTROL MENTAL

Cuando una persona decide ir a un sitio o hacer alguna cosa no se pone a pensar en mover una pierna primero para después pensar mover la otra pierna y así sucesivamente.
Como mucho piensa en empezar a moverse fijando su vista en la meta que se ha propuesto y el resto de movimientos del cuerpo se hacen automáticamente.
Es el mismo proceso que se realiza cuando conducimos un coche donde no pensamos en cada movimiento de nuestras manos y nuestros pies.
Lo único que hacemos es mirar la carretera y decidir a donde queremos ir.

Me he dado cuenta que en el Zen Budo, en ciertos ejercicios, pasa lo mismo.

Tu no puedes lanzarte a hacer una voltereta pensando en los diferentes movimientos que tu cuerpo va a hacer desde que entregas la mano al compañero que te proyecta hasta que llegas al suelo frenado por una palmada.

Claro que es verdad que hay ejercicios de preparación, normalmente en el suelo, que hacen que te vayas familiarizando con algunos movimientos que el cuerpo no está acostumbrado a hacer.

Pero, pasada esa fase, una vez tomada la decisión de lanzarse para dejarse ser proyectado por el compañero, es mejor no intentar controlar nada para que otra parte de ti mismo, que es la propia atención en lo que estás haciendo, pueda protegerte de la caída.

En resumen, en el Zen Budo, no hay que confundir el intentar controlar los movimientos con poner atención en hacer bien los mismos porque lo que hace que estos fluyan, los movimientos, es la capacidad que tengamos en saber dejar de intentar controlarlos para solo poner atención al ejecutarlos.

Ya sabemos que la expresión “perder el control” está un poco desprestigiada en cuanto que parece nos va a poner en peligro, sin embargo la experiencia nos demuestra que, para algunas cosas, es mejor perder el control para ganar en seguridad de ejecución debido a que nuestra atención no está condicionada a nada que no sea nuestra propia voluntad en querer hacer las cosas correctamente.

Como dice el proverbio: “Para ganar algo hay que perder algo”

Tu eliges compañero.

Un saludo a todos.

Jesús martiZén

martes, 27 de abril de 2010

LA EXPERIENCIA ES LA MADRE DE LA CIENCIA

Hay un dicho que dice que una ciudad no se puede conocer si no vas a visitarla tu mismo en persona. Es decir que, por muchas postales que te manden o cartas que la describan, la única manera de conocer un sitio es coger el mejor vehículo que puedas y desplazarte para ver con tus propios ojos el sitio de que se trate y así, a través de tu propia experiencia cognoscitiva, saber como es en vivo y en directo.

En el Zen Budo pasa lo mismo que en el ejemplo que he puesto arriba.

Al principio del aprendizaje se hacen imprescindibles, lógicamente, algunas indicaciones para que el alumno pueda empezar su trabajo con un mínimo de coherencia con la propia intención de superarse dentro de una motivación intuitiva que le ha llevado a decidir practicar este precioso arte.

Pero, conforme va avanzando en la práctica, el alumno va comprendiendo, cada vez más, que no hay parámetros objetivos externos a él mismo que le puedan servir de apoyo.

Sobre todo, a partir del Maestro de la Unión, el alumno entra en un mundo nuevo de descubrimientos internos que le hacen sentirse como un aventurero en busca de tesoros o algo parecido.

Es el viaje que hace la mente cuando se reconoce en una nueva conciencia que pisa nuevos terrenos, hasta ahora desconocidos para ella, que amplía su horizonte de percepción y que no puede explicar por estar más allá del razonamiento lógico hasta ahora utilizado para comprender las cosas.

Porque, por ejemplo, la mente no puede comprender que haya en el Universo un solo Ki (Que es uno de los principios que acompañan al Maestro de la Unión) pues eso supone reconocer que ella, la mente, solo es una parte de un todo y que, en consecuencia ella, la mente, deja de ser el centro que controla la situación para pasar a ser controlada por algo mayor que ella que la contiene.

Pero, por mi propia experiencia, os puedo decir que lo que se siente como un drama, al principio, se vuelve un verdadero placer.

Solo la experiencia en carne propia lo demuestra.

Por ejemplo, cuando entregas tu brazo al compañero que te proyecta para hacer una voltereta, sientes como el ki del compañero te succiona, literalmente, en un movimiento en forma de espiral, y notas como si el tiempo se parase para desaparecer y aparecer en otro sitio en otro tiempo.

Esa sensación es la que se produce cuando el ki de dos compañeros se funde en uno solo de tal manera que las mentes individuales desaparecen para dejar paso a una conciencia que las integra.

En cualquier caso, como veis, cada practicante explicaría esta experiencia de forma diferente pues no se pueden encontrar las palabras adecuadas para explicar una cosa que está concebida para ser experimentada.

Si quieres conocer Paris tendrás que ir a París y si quieres conocer el Zen Budo tendrás que practicarlo.

Buen viaje a todos.

Jesús martiZén

viernes, 23 de abril de 2010

EL MITO DE SAN JORGE EN EL ZEN BUDO

Como sabéis hoy se celebra en Barcelona el día de San Jordi. Es el famoso día donde se regala un libro y una rosa.
Como sabéis también San Jordi corresponde al mítico San Jorge y la gesta que se le atribuye es la de vencer al Dragón.
Por otro lado es muy común es muchas culturas el mito de la lucha de un caballero contra un dragón al que vence para proteger a una princesa, si no recuerdo mal.
Todos aquellos que han sido curiosos lectores de mitos ancestrales saben que la simbología que se esconde detrás del mito de San Jorge corresponde a la famosa lucha del hombre por dominar la “bestia” que lleva dentro y ponerla a su servicio.
Quizá se pueda expresar de otra forma dependiendo de la cultura, filosofía o escritor que lo defina.
Pero en resumen consiste en saber que hay una energía en nosotros que parece que se comporta a favor o en contra dependiendo de la comprensión que tengamos de cómo actúa.
Es decir que se trata de entender que hay una parte de nosotros que no puede ir contra nosotros si nosotros no queremos, valga el juego de palabras.
Ahora se preguntarán ustedes: ¿qué tiene que ver todo esto con el Zen Budo?
Pues es muy sencillo pues en el Zen Budo hay un Maestro que, si no se entiende bien, puede ser visto como un enemigo cuando, en realidad, es el primero y más importante de los Maestros por ser el primero que es en donde se basa el aprendizaje del Zen Budo.
Me refiero, por supuesto, al Maestro de la Limitación.
Este Maestro es el que nos garantiza que nuestra progresión se apoya en fundamentos firmes pues si queremos superar etapas sin cumplir con los requisitos adecuados al cumplimiento de las exigencias de cada nivel, el Maestro de la Limitación vendrá a recordarnos este detalle normalmente en forma de lesiones musculares o como mucho óseas si nuestro atrevimiento ha ido muy lejos.
Tenemos que estar tremendamente agradecidos a este Maestro de que nos avise de esta forma para así evitar males mayores (Enfermedades, etc…).
En resumen, el Maestro de la Limitación es el dragón que se pondrá a nuestro servicio si nosotros nos comportamos como un verdadero caballero (Samurai), entregándonos en cuerpo y alma a la buena consecución de los ejercicios, o nos avisará, nos limitará de alguna manera, cuando no lo hagamos, protegiéndonos así de nosotros mismos.
En realidad, como ven, el dragón se comporta siempre como nuestro amigo, como no podía ser de otra forma ya que es una parte de nosotros mismos.
Es la forma de ver este mito dentro de la filosofía del Zen Budo

Un saludo.

Jesús martiZén

jueves, 22 de abril de 2010

LA JERARQUÍA EN EL ZEN BUDO

Es muy importante, a mi entender respetar la jerarquía que se establece en una clase de Zen Budo entre el Maestro, que dirige la clase, y los alumnos que son dirigidos.

En principio no parece que nadie tenga ningún inconveniente en aceptar esto.

Pero si un día no está el Maestro, y es un compañero el que da la clase, entonces se puede poner de manifiesto, a veces, una cierta competividad entre los compañeros por creer cada uno que a él le pertenece la honrosa tarea de dirigir la clase.

En el Zen Budo esto no tiene ningún sentido pues en realidad el único Maestro al que hay que seguir está dentro de nosotros.

Pero sin embargo hay que acostumbrarse a tratar a cualquier compañero, que un día le toque dar una clase, con el mismo respeto, o todavía más si cabe, con el que trataríais al mismísimo Dr. Austro Queiroz.

La primera razón es porque el compañero que está ocupando ese sitio se lo merece ya que está haciendo un trabajo de marcar protocolos y tiempos que nos permite a nosotros de entregarnos al cien por cien a nuestro propio trabajo.

Y la segunda razón, y más importante, es que nuestra mente tiene que aprender a ser dirigida por otros para que así pueda abrirse a ser dirigida por los Maestros Internos cuando estos se le manifiesten.

Así, lo de la jerarquía en el Zen Budo, no se trata solo de respetar un orden protocolario lógico sino que se trata de hacer entender a nuestra mente de que hay otras personas fuera de nosotros que puede que nos ayuden en nuestro propio aprendizaje.

De hecho esto se ve claramente cuando se llega al nivel de compromiso con el Maestro de la Unión donde se comprende que solo hay un ki en el Universo y que nosotros somos solo partes de una sola cosa junto con nuestros compañeros, sean ellos quien sean.

Un saludo.

Jesús martiZén

miércoles, 21 de abril de 2010

LA ATENCIÓN EN EL PRESENTE

Una de las características esenciales del Zen Budo es que sus principios pueden ser aplicados durante los acontecimientos rutinarios de la vida diaria.De hecho, un buen practicante de Zen Budo, que se precie de serlo, está atentolas 24 horas del día a esos principios.

Es decir, está en una actitud de escucha interna permanente intentando estar conectado a cualquier posible mensaje que cualquiera de sus Maestros Internos le pueda mandar.

Sin duda que las tareas (profesionales, sociales, familiares, etc...) que el mundo nos reclama son un impedimento para esta concentración pero, por eso, las horas de entreno en el tatami son muy especiales para ir acostumbrándonos a mantener la atención en nuestro interior al mismo tiempo que hacemos nuestras ejercicios en el tatami.

Con el tiempo iremos viendo que la razón de que las actividades cotidianas nos descentren no es culpa del mundo sino de nuestra poca capacidad de centrarnos en cualquier circunstancia.

Esta reflexión me ha venido cuando me dirigía hoy al gimnasio a entrenar y me daba cuenta de que estaba proyectándome en el futuro pensando en lo que tenía que hacer mañana o pasado, cuando de golpe me ha venido un mensaje (Creo yo que del Maestro de la Geometría) que me decía:"Lo único que tienes que hacer ahora es mirar por donde andas y disfrutar del paseo".

Cuando he "oído" esto, de golpe se me han quitado todas las pre-ocupaciones y me ha venido una sensación de tranquilidad equivalente a como te sientes cuando estas centrado.

La reflexión que me ha venido después y que aquí expongo es que se puede comprobar por propia experiencia que vivir el presente y estar centrado son dos actitudes, inseparables y equivalentes, necesarias para la buena consecución de cualquier acto ya sea una batalla campal a espada o un simple paseo por la calle.

Un saludo.

Jesús martiZén

lunes, 19 de abril de 2010

CONFIAR Y EXPANDIR

La semana pasada he estado entrenando con una renovada actitud de escucha
a tenor de la nueva forma de trabajar con los Maestros y sus principios, mucho más
atento a cualquier mensaje que me viniera en relación con los ejercicios que estaba
haciendo.

Verdaderamente tengo que decir que ahora si que estoy practicando una
auténtica meditación física pues no puedo separar la actitud interna de introspección
de la actitud externa de ejecución sin que sienta que no estoy haciendo correctamente
los ejercicios y, en consecuencia, perdiendo la motivación.

Pues la motivación se alimenta de los resultados y los resultados vienen de una actitud
mental adecuada, la cual, como sabéis, producirá su efecto benéfico consecuente.

Puedo decir también que he comprobado que todos los Maestros se manifiestan conjuntamente pues, a pesar de estar en un nivel inferior, hoy se me ha manifestado el Maestro de la Expansión cuando al inclinarme hacia delante con los brazos estirados en posición de sentado con las piernas abiertas, me ha venido la necesidad de expandir mi espalda como si fuera lo que tocara en ese momento y con una consigna clara interna de confiar en mi mismo de que esa era la forma de actuar correcta.

En este caso puedo decir que la experiencia ha sido auténtica porque la explicación que he dado aquí ha sido a posteriori de leer en mi interior mis propias sensaciones, lo cual me garantiza que no ha habido ninguna expeculación mental por mi parte.

Buen trabajo a todos.

Jesús martiZén

LOS MAESTROS NOS HABLAN

Como todos sabeís en el Zen Budo hay ocho Maestros internos que nos hablan a través de sus principios.

Estos principios son mensajes subliminales que, si estamos atentos, los oiremos hablar en nuestra cabeza en forma de consignas concretas que evocarán en nosotros la actitud correcta para cumplir el trabajo que cada Maestro requiere.

Cuando digo que “los Maestros Internos nos hablan” no lo quiero decir de forma literal pero si de forma que se puede traducir en palabras lo que Éstos nos dicen.

Y estas palabras son:

Maestro de la Limitación.................Empieza y relájate.
Maestro de la Gravedad..................Entrégate y enraízate.
Maestro del Aliento.........................Cálmate y despierta.
Maestro de la Unión........................Siente y únete.
Maestro de la Geometría..........Posiciónate en tu presencia.
Maestro de la Expansión..................Confía y expándete.
Maestro del Movimiento.............Vuélvete movimiento.
Maestro del Vacío..........Habita la Paz que hay en el centro de ti mismo.


Así, a partir de ahora, cuando entrenen, estén muy atentos a vuestra meditación física pues esta puede dar lugar, posiblemente, a mensajes internos que ustedes pueden traducir en alguna de estas frases de la fila vertical de la derecha y según la que sea sabrán que Maestro les está hablando porque, además, tengan en cuenta, que, independientemente del nivel en el cual se encuentren, los Maestro se manifiestan conjuntamente, aunque no al mismo tiempo.

Buen trabajo.

Jesús martiZén