martes, 27 de octubre de 2009

LA FLUIDEZ

En esta última semana, practicando la meditación con el maestro del aliento en la posición de seiza (Sentado en el suelo encima de los talones) he tenido dias que me he encontrado muy cómodo durante todo el ejercicio (Dura aproximadamente 15 o 20 minutos).
Sin embargo otros dias apenas si han pasado unos pocos minutos que ya la posición se me hacía insufrible.
Sin duda que los diferentes estados mentales de algunos dias con respecto a los de otros
son la causa de esta diferencia de resultados
En uno de esos dias he intentado aguantar a fuerza de voluntad aguantando el dolor estableciendo un combate interno conmigo mismo que a la única conclusión que me ha llevado es que el masoquismo no te lleva a ningún triunfo.
Me he propuesto en el futuro concentrarme más en mi estado mental que en lo que siento a nivel muscular para, así, ser completamente honesto con mis avances.

Nuestro Maestro Austro nos ha dicho que para ayudarnos podemos pensar en el elemento agua como ejemplo de fluidez.

Digo yo que al fin y al cabo y teniendo en cuenta que los músculos están compuestos en un 80% por agua, el hecho de pensar en ella no está nada lejos de la verdad.

Saludos.

Jesús martiZen

sábado, 24 de octubre de 2009

Meditando sobre minha prática de Zen Budo

Nos últimos dias, depois de relatar minha experiência
com os três primeiros mestres do Zen Budo,
buscando estar mais concentrado na prática,
me dei conta do óbvio, ao ver que eu não estava conseguindo
estar tão relaxado como queria:
eu não estava seguindo o Primeiro Princípio
do Zen Budo, que é o Princípio da Descontração.
Por consequência, a partir daí comecei a relaxar mais,
partindo sempre do princípio primeiro e básico de me descontrair,
para poder fluir na respiração e nos exercícios.
Gentil

lunes, 19 de octubre de 2009

LOS KOANS DEL ZEN

Rompiendo las barreras de la Mente. Los koans del zen son famosos porque cuentan historias que impactan la mente, que revolucionan los conceptos aprendidos. Son frases frente a las que la mente se estrella y, como no puede solucionar su paradoja siguiendo esquemas conceptuales, tiene que abrirse a la intuición. Entonces puede darse la iluminación. Los siguientes son algunos de los más famosos: ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Maestro, ayúdame a encontrar la liberación. - ¿Y quién te tiene prisionero?- Nadie- ¿Por qué buscas la liberación entonces? ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Maestro, ¿qué haces tú para estar en el camino verdadero?- Cuando tengo hambre, como; cuando tengo sueño, duermo. - Pero esas cosas las hace todo el mundo.- No es cierto. -Cuando los demás comen piensan en mil cosas a la vez. Cuando duermen, sueñan con mil cosas a la vez. Por eso yo me diferencio de los demás y estoy en el camino verdadero. ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Dos monjes iban hacia su monasterio cuando al pasar un río escucharon los gritos de una dama que pedía socorro. Era una joven que estaba en peligro de ahogarse. Uno de los monjes se tiró al agua, tomó a la hermosa joven en sus brazos y la puso a salvo en la orilla. Tras despedirse los monjes continuaron su camino. Transcurrido un tiempo el que no había hecho nada dijo:- Deberías saber que nuestras normas no permiten tocar a mujer alguna. - Yo tomé a esa joven con mis brazos y luego la dejé en la orilla. Tú todavía la estás cargando. ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Maestro, ayúdame a encontrar la verdad.- ¿Percibes la fragancia de las flores?- Sí.- Entonces no tengo nada que enseñarte. ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Maestro Pao-chi, ¿qué es el Tao? - Entra. - No te comprendo.-Sal.------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- El Zen quiere enseñarnos para llegar a la Verdad sobran los artificios porque la verdad está ahí mismo, sólo para quien quiera verla. - Maestro, ¿qué es la verdad? - La vida de cada día. - En la vida de cada día sólo aprecio las cosas corrientes y vulgares de cada día y no veo la verdad por ningún lado. - Ahí está la diferencia, en que unos la ven y otros no. ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- El Zen quiere enseñarnos que la verdad es algo natural, que no hay que complicarse mucho la existencia para llegar a ella, que es necesario recobrar la naturalidad de la vida y del ser.- Maestro, ¿cómo haré para encontrar el sendero? - ¿Escuchas el ruido del torrente? - Sí. - Ahí está la puerta. ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Para recobrar la naturalidad perdida hay que vaciar la mente, hay que dejar atrás todos los conceptos. Entonces la realidad se nos mostrará. - Maestro, ya no tengo nada en mi mente, ¿qué debo hacer?.- Tíralo fuera.- Pero si ya no tengo nada en la mente. - Tíralo fuera. --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------El proceso no es sencillo porque la mente es poderosa y se aferra a las ideas, al pasado, a lo aprendido, la mente se agarra a sus contenidos porque ellos le dan su razón de ser. Por eso hay que insistir, hay que seguir adelante con fuerza y con voluntad, con coraje y con valentía, hay que seguir en el sendero de comprender la realidad con una mente desnuda de ideas, como la de un niño, sin juzgar las cosas, sin juzgar el mundo, sin juzgar la realidad. Hubo un maestro que, levantando su bastón en el aire decía a sus discípulos: - No lo llaméis bastón: si lo hacéis, afirmáis. No neguéis que es un bastón: si lo hacéis, negáis. Sin afirmar ni negar entonces podéis hablar.La mente está atrapada en la dualidad de la vida. La mente sirve para juzgar, para clasificar, para diseccionar, para ordenar, la mente sirve para muchas cosas pero no tiene la solución ni las claves de la vida, porque estás están más allá de la mente. --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Se dice que Kyogen contaba a sus discípulos la siguiente historia: "Imaginad que un hombre se sujeta a un gran árbol sujetándose sólo con los dientes mordiendo fuertemente una de sus ramas. Otro hombre que pasa por aquel lugar le pregunta cuál es la doctrina fundamental del budismo. Si el hombre que está colgado del árbol no contesta, se muestra poco educado con quien le pregunta, pero si contesta perderá la vida al caer del ¿árbol? ¿Qué puede hacer? --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Como la mente no tiene las soluciones de todo, como sus condicionamientos culturales son generalmente una trampa, el Zen ha insistido siempre en derribar los muros de la mente. Para eso surgieron los koans. Se ha hablado mucho en occidente sobre la eficacia o no de los koans.Lo cierto es que cuando surgieron y comenzaron a implantarse, el esplendor del Zen estaba declinando. Pueden ser un método útil para bloquear el razonamiento discursivo y la capacidad especulativa de la mente, entonces podemos ir más allá de la lógica y abrirnos al poder de la intuición; pero está claro que los koans tienen sus peligros para "mentes" que se apegan a los contenidos, que no saben ir más allá de las formas y las apariencias, que no pueden comprender el profundo sentido provocador del Zen. --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Cuando el discípulo llegó ante el maestro, éste le preguntó. - ¿Vienes de muy lejos?- Sí. Vengo para aprender de ti. ¿Qué norma de vida me entregas para que la cumpla?- Sólo una: si yendo por el camino tropiezas con el Buda, mátalo.--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------La esencia del Zen huye de todo artificio. Busca la vida natural, la plena consciencia, el vivir cada día y centrarse en el presente libre de juicios, prejuicios, dogmas e ideas preestablecidas. Para conseguir eso, los maestros zen han usado los métodos más extraños y sorprendentes. Trata de que experimentemos directamente la fuerza de la vida sin que nos separe de ella todo el artificio de la mente.El Zen y el Tao apuestan decididamente para que retornemos a nuestra naturalidad y espontaneidad perdidas. Quieren que seamos realmente libres y, en ese camino enseñan que las cadenas que nos ponen los demás son por evidentes las menos conflictivas. Las cadenas más difíciles de romper son las que, sin darnos cuenta, llevamos en nuestra propia mente. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Maestro. ¿Tengo razón en no tener ideas? - Desecha esa idea.- Os he dicho que ya no tengo ideas, ¿qué podría desechar?-Desecha la idea de que no tienes ideas. ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Ahora quiero terminar con dos últimos Koans donde se refleja de la forma más clara el espíritu del Zen y su forma de enseñar. El primero trata sobre lo que el Zen considera más importante en el camino espiritual. ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Un alumno se presentó ante el gran Maestro Ikkyu para preguntarle: - Maestro, ¿tendrías la bondad de escribirme algunas máximas sobre la más alta sabiduría? El maestro escribió entonces en un papel: ¡Atención! El alumno, un tanto sorprendido, preguntó. - ¿Esto es todo? ¿No vais a escribir algo más? El maestro, ante la insistencia del alumno, cogió de nuevo el papel y añadió dos palabras más:Atención. Atención. El discípulo, aún más turbado, dijo:- En verdad que no veo una gran profundidad, sabiduría y agudeza en lo que acabáis de escribir.Demostrando su gran paciencia, Ikkyu volvió a coger el papel y añadió tres palabras más: Atención. Atención. Atención. El alumno comenzó a inquietarse y preguntó:- ¿Al menos me podéis decir qué significa la palabra atención? El maestro, demostrando una vez más su paciencia infinita, cogió el papel y añadió tres palabras más: - Atención significa atención. ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- El último Koan trata sobre la forma de enseñar del Zen, un método que prefiere no dar respuestas directas sino que busca que el alumno encuentre las respuestas por sí mismo. El siguiente relato japonés indica muy bien el espíritu de enseñanza del Zen que, más que entretenerse en dar respuestas conceptuales e intelectuales, trata de que la persona vea por sí misma las cosas y encuentre las respuestas a sus preguntas.Un belicoso samurai desafió a un anciano maestro zen a que le explicase qué era el infierno, pero el monje le replicó con cierto desprecio. - No eres más que un patán y no puedo malgastar mi tiempo contigo.Al escuchar la respuesta, el samurai, herido en su honor, montó en cólera y con el rostro rojo de ira desenvainó su espada mientras gritaba al anciano. - Tu impertinencia te costará la vida. - Eso. Eso mismo es el infierno ’·replicó entonces el maestro. El samurai se quedó paralizado con la respuesta y la tranquilidad del anciano y al notar en él su rabia y todo su cuerpo turbado por la ira, se quedó conmovido por la exactitud de las palabras del monje y, como le había hecho ver cómo era el infierno, se postró ante el agradecido. Entonces, el anciano le dijo.- ¡Y éso, éso es el cielo!

sábado, 17 de octubre de 2009

Hola me llamo Leo, llevo unos 16 meses practicando Zen Budo y estoy muy contento de haber reorientado mi camino personal y mi vida, ó como diriamos con el clasico de "El Caballero de la Armadura Oxidada" me estoy quitando la armadura.

Con el Zen Budo me he reorientado en mi vida personal y familiar, entrando en un proceso de sanación fisico y mental.

Para aquellos que no hayais leido un libro llamado "Hagakure", hacerlo, es una visión de gran valor nos habla del codogo ético y moral del comportamiento de un samurai, os ayudara a entender mejor el Zen Budo, y se ha de ver este como una "Meditación Fisica".

Con el 1º de los maestros, La Limitación, estoy aprendiendo a "verme" en mis limites mentales y fisicos,(Coraza), muy atento a mi kamikaze no vaya a joderme, estoy experimentando como las contracciones mentales pasan a ser fisicas, aprendiendo a redirigir la energia de Rebeldía a una
energia de Revuelta, y de este modo no solo hacer sanación, sino APRENDER CON ELLO, PARA
IR FORMANDO A MI PROPIO MAESTRO.

El 2º maestro, La Gravedad, me siento muy agusto con él, con la respiración y en actitud de humildad consigo relajarme bastante, dialogando con las distintas partes del cuerpo cuando estan en tensión consigo que se relajen ó descontraigan. He conseguido en este tiempo mucha flexibilidad, y descontracción en musculos, y tendones.

El 3º maestro, El Aliento, actualmente llevo los colores en el cinturón hasta este maestro, desde febrero que leí el libro "Hara" escrito por el maestro en Za Zen de mi maestro Austro, tome un gran interes por el aliento, esto me ayudo a tomar la decisión de dejar el tabaco, pués siento que
estando en un proceso de sanación no podia estar dandole energia al Aliento y a su vez seguir fumando, pues desde dentro de mi ser la voz de la consciencia me decia que esto como minimo provoca un cancer ó una emfermedad mortal, así que no fumo desde el mes de abril.

El Aliento es muy importante en los ejercicios de meditación donde me relajo y me entreno para poner más Presencia en el Presente, y la cabeza se calme con sus pensamientos,
cada vez que la cabeza se va con sus pensamientos, hagó un Reset como en el P.C. para volver
al punto de inicio ó Punto Cero, y así me voy entrenando a estar conmigo sin distraerme.

En los últimos entrenos estoy trabajando para que la cabeza se relaje, pués me he visto en la dificultad que tenia para calmar mi mente en la meditación, y al hacer volteretas con palmada, me salian mal porque la mente quiere controlarlo todo.
Ahora estoy en dialogo para que la Mente se relaje y entienda que así saldra mejor el ejercicio.

Gracias. Por haberme leido. Espero haber sido de tu ayuda ó interes.

Abrazos
Leo

miércoles, 14 de octubre de 2009

PRESENCIA EN LA PRACTICA

Hola compañeros
Referente a estar presente en la practica.
Constato que no puede haber concentracion si no hay silencio interior.
Cuando entreno reconozco que la mejor actitud que puedo tener es la de la escucha.
Escucho mi cuerpo escucho a mi mente los acalmo con mi voluntad que es la que discierne y me lleva a poder fluir.
Para ello procuro armonizar mi respiracion y conectarme con mi ritmo.
Cuando no estoy ahi "no estoy ni soy" por lo que intento ir con mucho cuidado conmigo pues se que si no respeto la limitacion que se presente acabare haciendome daño con ella, asi que me acojo en ella aceptandola y asi puedo ser consciente de lo que esta me enseña para iniciar el camino para integrarla y transcenderla.
El maestro de la limitacion es mi amigo, dialogo con el tal y como nos sugiere Austro, atraves de la paciencia y el cariño conmigo. A ambos les doy las gracias por lo que me enseñan de mi mismo.

Abrazos
Antonio Carlos

martes, 13 de octubre de 2009

"Minha experiência no Zen Budo"

Comecei a treinar Zen Budo em julho de 2008. Já conhecia alguns poucos movimentos do Aikido, que tinha aprendido com o próprio criador do Zen Budo, Dr. Austro Queiroz.
Como sempre quis praticar alguma arte marcial, me senti bem com esta prática. Embora ela não seja exatamente uma arte marcial, mas sim uma meditação física oriunda de uma arte marcial, o Aikido.
Isto significa que os movimentos básicos do Aikido estão presentes, como base para o trabalho físico.
Este trabalho físico é conjugado com a meditação, que no Zen Budo é feita a partir de Mestres, durante o treino físico.
Do início até agora, tenho trabalhado com três Mestres.
Primeiro, o Mestre da Limitação Mental, que é o primeiro. O mais importante pra mim aqui foi o trabalho de aceitação da limitação, pois sem isso não há caminho pra expansão. Na verdade, este trabalho é contínuo, pois a limitação gera raiva em qualquer um. Daí o Princípio da Descontração ser fundamental para se chegar a esta aceitação.
A conseqüência do avanço nesse sentido me levou ao Segundo Mestre, o da Gravidade, que é a aceitação de estar encarnado. Para isso, também é preciso se descontrair, para poder sentir-se encarnado no corpo físico, e deixar a gravidade fazer o seu trabalho de puxar as tensões para o interior da terra.
Com esse trabalho, houve uma melhora da respiração, que foi naturalmente levada ao baixo-ventre, e foi quando comecei a trabalhar com o Mestre da Força da Respiração.
No momento, estou trabalhando com estes três Mestres em conjunto, pois ao passar de um Mestre a outro, fazemos uma agregação de ambos na consciência.
Na realidade, todos os 7 Mestres estão presentes sempre, a questão é o quanto estamos conscientes de cada um deles durante o treino.
Como o avanço é feito de maneira natural e gradual, continuo trabalhando com os três primeiros Mestres do Zen Budo.
Embora haja um tempo mínimo de três meses recomendado para trabalhar com cada Mestre, antes que um novo Mestre seja conscientizado, isto não significa nem abandonar o Mestre anterior nem passar a um Mestre seguinte sem ter chegado a esta consciência naturalmente.
Treino há quinze meses, e ainda estou nos três primeiros Mestres. Aliás, aceitar esta limitação faz parte deste trabalho. Em termos de graduação, sou um principiante.
Gentil Saraiva Jr

domingo, 11 de octubre de 2009

MIS ORÍGENES EN EL ZEN BUDO

Compañeros Samurais:

Cuando empecé la práctica de Zen Budo ya llevaba un tiempo entrenando en el Local de Maragall mi gimnasia típica del Taekwondo junto con las técnicas de patadas y demás ejercicios de musculación y resistencia.

Pero mi preparación no servía de nada si no se comprendían los principios que acompañan esta Meditación Física que es la mejor forma de describir el Zen Budo, según los escritos de Austro, y según se desprende de la propia práctica.

Mi experiencia hasta ahora me ha enseñado que, por mucho que uno crea que comprende los escritos de Austro, hasta que no se ponen en práctica no se llega a una clara comprensión de los mismos pues es en uno mismo donde uno descubre los maestros y aprende a entregarse desde la exigencia que cada maestro requiere.

Actualmente mi cinturón es el Rojo con tres franjas de color Amarillo (Limitación), Negro (Gravedad) y Naranja (Aliento).

Al principio, tengo que reconocer, que no le daba la importancia que tenía la cuestión pero era porque todavía no había entrado en el propio Espíritu al que representa la práctica del Zen Budo.

Un primer avance de consideración lo tuve cuando decidí por motu propio quitarme el traje de Taekwondo junto con su cinturón negro y ponerme el traje típico de Aikido con el cinturón blanco correspondiente al nivel que en ese momento ostentaba (Al principio utilizábamos el cinto blanco porque los colores de los niveles todavía no estaban establecidos).
(Les aseguro a ustedes que después de más de veinte años de práctica de Taekwondo, habiendo impartido clases como maestro y hecho alguna exhibición hay que tener un gran desprendimiento egoico para reconocer que con respecto a otra práctica tienes que empezar de cero reconociéndote un novato.)
Como mínimo se me puede reconocer que en su momento tuve la suficiente humildad para poder empezar un camino que por otra parte es lo que requería para andarlo con buenos cimientos pues si algo hay que tener para comprometerse con el Maestro de la Limitación y el Maestro de la Gravedad es mucha Humildad.

A pesar de ello, con el Maestro de la Gravedad tuve una cierta resistencia a comprender que no eres tu el que hace los ejercicios sinó que es Él el que hace el trabajo y tú solo tienes que intentar no poner resistencia y relajarte. Fue mi primer encuentro con el dilema de seguir con los dictámenes de la Mente o cambiar a dejarme llevar por las enseñanzas de los Maestros en plena confianza. Es decir dejarme llevar por un nuevo nivel de Conciencia al que no estaba acostumbrado a seguir y confiar.

Actualmente estoy comprometido con el Maestro del Aliento y estoy aprendiendo a conjuntar los tres primeros Maestros para que trabajen como uno solo en equipo.

Este trabajo no es fácil pués hay que estar muy atento y no creer que un Maestro es más importante que otro. Por eso me lesioné yo en un aductor al hacer una voltereta y no respetar las dudas (Miedo) que me pasaron por la cabeza (Mente) en ese momento, es decir respetar y dejarse llevar por el Maestro de la Limitación cuando Él te está diciendo algo.

Lo más importante para mi ahora es trabajar desde la comprensión clara de que los ejercicios de Meditación con el Maestro del Aliento son los más importantes en cuanto que son la base firme sin la cual no tiene sentido la práctica del Zen Budo en su camino de toma de Conciencia.

Hasta aquí mi relato.

Un saludo a todos.

Jesús martiZen